En Ailinko Montessori, los niños se han sumergido en una experiencia única al sembrar en nuestro huerto, en la ocasión fue una siembra de semillas de acelga.
Cada niño ha sido un jardinero en ciernes, con las manos en la tierra y los ojos llenos de asombro ante el milagro de la vida que germina frente a ellos. A través de esta actividad, no solo aprendieron sobre la importancia de la naturaleza y el cuidado de la tierra, sino que también cultivaron una conexión profunda con el mundo que los rodea. Todo esto llevados por nuestras dedicadas guías, y la filosofía Montessori que aplicamos en cada actividad, fomentando la autonomía y la libertad mientras los pequeños comprenden el proceso de siembra y el ciclo de la naturaleza.
En Ailinko Montessori, sembrar semillas de acelga va más allá de la simple acción de plantar; es una oportunidad para que los niños exploren, aprendan y crezcan en armonía con la naturaleza. Estamos orgullosos de presenciar cómo nuestros pequeños jardineros desarrollan un amor duradero por la tierra y una comprensión profunda del poder de la vida en todas sus formas.
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